Liturgia
Llamado a adorar
¡Ven, bendigamos al Señor y proclamemos su grandeza!
¡Alabado sea el Señor, alma mía! Eres muy grande:
¡Vestido de esplendor y majestad, envuelto en luz como con un manto!
Dios no ha permanecido escondido ni distante.
En Jesús, el resplandor de la gloria de Dios y la representación exacta de su ser se ha acercado.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros,
y hemos visto su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Así como reveló su gloria en la montaña, diciendo:
“Este es Mi Hijo amado; ¡escúchalo!”
Por eso hoy, Dios nos llama a contemplar y comprender la gloria de Jesús.
¡Señor, muéstranos tu gloria! Revélanos tu bondad, como lo has prometido.
Adoremos a nuestro glorioso Dios, que cumple sus promesas y muestra su majestad en Jesucristo.
¡Digno eres Tú, Señor, majestuoso en santidad y formidable en poder! Levantamos Tu nombre en adoración.
– Del Salmo 104; Hebreos 1; Juan 1; 2 Pedro 1; Éxodo 33
Canción 1: We Lift Your Name (Levantamos tu nombre)
Canción 2: We are listening (Estamos escuchando)
Confesión
Señor, venimos ante Ti, humildes y conscientes de con qué frecuencia no vemos tu gloria ni entendemos tu voluntad. Confesamos que a veces estamos confundidos, temerosos y vacilantes a la hora de aceptar plenamente lo que Tú nos revelas.
Padre, perdónanos por las veces que estamos ciegos a tu sabiduría y verdad.
Deseas que crezcamos en amor y conocimiento, para discernir lo que es mejor.
Sin embargo, admitimos con qué frecuencia confiamos en que perderemos la bondad y la sabiduría que tienes para nosotros.
Abre nuestros ojos, Señor, para ver claramente tu verdad.
Danos corazones comprensivos, para que sepamos lo que es correcto y agradable a Ti.
Jesús, creemos, ¡ayuda nuestra incredulidad!
Cuando Tu Espíritu nos convence o nos llama a un lugar más profundo, a menudo retrocedemos, retenidos por la duda o el miedo.
Perdónanos, Señor, por las formas en que distorsionamos Tu verdad o dudamos de Tu poder.
Purifica nuestros corazones y renueva nuestras mentes. Líbranos de todo aquello que nos separe de Ti.
Haznos nuevos y guíanos a vivir en Tu verdad y sabiduría.
Amén.
–Inspirado en Filipenses 1:9-10; 1 Reyes 3:9; Marcos 9:23-24; 2 Corintios 4:4; Juan 9:39; Sofonías 1:17;
Canción 3: Sovereign over us (Soberano sobre nosotros)
Certeza
Jesús, el glorioso Hijo de Dios, vino a revelar la plenitud del amor y el poder del Padre.
Él es el resplandor de la gloria de Dios y la huella exacta de Su naturaleza.
En Cristo, hemos visto las profundidades de la gracia de Dios, cuando vino a buscar y salvar a los perdidos.
Por su victoria sobre el pecado y las tinieblas, Jesús nos ha rescatado del poder del mal.
y nos trajo a su luz maravillosa.
En Él tenemos la redención, el perdón de los pecados.
A través del Espíritu, nuestros ojos se abren para ver a Jesús como nuestro Redentor y Rey,
Aquel que trae libertad y restauración.
Por Su gracia, podemos entender la Palabra de Dios, vivir en fe y caminar en Su luz.
Gracias a Dios, que nos ha hecho libres en Cristo.
Por Su misericordia, somos perdonados y restaurados. ¡Amén!
–De Hebreos 1:3; Lucas 19:10; Colosenses 1:13-14; 1 Juan 3:7-10
Canción 4: The Anthem (El himno)